EL LENGUAJE PERFECTO DE DIOS.
La vida siempre atrevida me ha colocado nuevamente en un espacio reservado para los grandes eventos, esta vez ocurrió en la Casa Sucre, el viernes pasado en el que dos hombres emblemáticos de la música larense se dieron cita para el deleite de los allí presentes. Me refiero al maestro Ricardo Mendoza mandolinista, compositor y arreglista con una trayectoria que supera los 60 años de actividad ininterrumpida y casuísticamente entre el público se hallaba el cantor más experimentado de la ciudad, el señor del bolero, Juan quinchoncho Díaz con cerca de 80 años enamorando corazones.
La promoción auspiciada por el excelente equipo de Casa Sucre, invitaba a un espectáculo digno de los ocurridos allí en su primer trimestre de retorno al quehacer cultural de la ciudad. Entre los músicos de amplia trayectoria que acompañaron al maestro Ricardo se contaban: en el contrabajo, Nelson Vegas; el cuatrista Manuel Herrera; en la percusión Luis Barrientos y en la guitarra el maestro Ramón Castillo. Como ven ya con esta pléyade de músicos el disfrute estaba totalmente garantizado.
El repertorio contó con canciones emblemáticas del folklore venezolano, tales cómo Indio Yara de Marcial Perozo; Como llora una estrella de Antonio Carrillo; y La sombra de un amor del maestro Ricardo Mendoza. Así mismo se incluyeron piezas del repertorio internacional tales como Tico, tico del brasileño Zequinha de Abreu; Caminito amigo, de los argentinos Juan de Dios Filiberto y Gabino Coria Peñaloza, Mi querida España, de Evangélina Sobredo Galanes (Cecilia) y Lamento borincano, del puertorriqueño Rafael Hernández Marín, entre otras.
Como colofón de tanta belleza musical, el maestro Ricardo le pidió a Juan (quinchoncho) Díaz que le complaciera con un par de interpretaciones, a lo que el magistral intérprete complació gozoso con las canciones Romance bajo la luna, de Moisés Zouain y Cien años, de Rubén Fuentes.
Entre canción y canción el maestro Ricardo con sus dotes de humildad, buen humor y facilidad en el verbo nos deleitaba con anécdotas y recuerdos dignos de una antología.
El tiempo pasó tan inadvertido que de pronto nos vimos apagando las luces para cerrar la casa Sucre. Entre las frases pronunciadas por el maestro está la que intitula éste artículo "La música es el lenguaje perfecto de Dios"
Autor: Gustavo Antonio Rosendo Orozco, el Poeta de La Vega. Desde Barquisimeto (Lara-Venezuela) el 01/04/2023
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