domingo, 24 de diciembre de 2023

Reflexiones Domingueras

    MENSAJE NAVIDEÑO


 Obviando la verdadera fecha del nacimiento de Jesús y los reacomodos hechos por la iglesia católica para ajustarlos muy convenientemente a las prohibidas celebraciones paganas, justo es reconocer que las fuerzas de la naturaleza conspiran con las tradiciones para en estos días sensibilizarnos sobre estas celebraciones que al fin terminamos, no sólo aceptándolas, sino, propagándolas.


En honor a ese preámbulo debo recordarles el ambiente creado por los pesebres, nacimientos o belenes popularizados por San Francisco de Asís por allá por el año 1223, quien pretendía recrearle a la gente el momento de la llegada del mesías, para con aquella simbología resaltar la humildad en que había nacido el hijo de Dios.

En ese marco es indudable que el nacimiento de todo niño o niña, viene envuelto en un manto de alegría, esperanza y buenas nuevas. Un niño es una bendición familiar que estrecha los lazos de la unión de la pareja, para transformar la vivienda en un hogar y comenzar la construcción de un destino común.

Hoy en la víspera de la conmemoración de ese nacimiento debemos agradecer a la creación por todos los proyectos logrados en el año transcurrido y por hacernos merecedores de un año más de vida con todos sus bemoles.

En estás fechas, los recuerdos transforman en nostalgia los momentos vividos hasta donde nos alcanza la memoria y traen a nuestra mente los más representativos, así rememoramos y acercamos mentalmente a los familiares y amigos que protagonizaron esos bellos instantes.

Ahora que ya la familia ha crecido y como aves los hijos e hijas han abandonado el nido y volado a contruir el propio, sólo nos queda la satisfacción del deber cumplido y el pesar de no haber logrado todas las expectativas, por lo que le pedimos el merecido perdón a aquellos a quienes dejamos a medio camino, esperanzados en que por sí solos fueran capaces de lograr sus objetivos.

Hoy que la nostalgia toca las puertas de la memoria con fuerza mayor, transformando los sentimientos y aflorando las lágrimas, quiero hacer llegar a ustedes, mis queridos familiares y amigos, este mensaje cargado de esperanza y buenas nuevas, que la celebración de este nuevo nacimiento de Jesús signifique un renacer de nuestra fé, nuestros valores y nuestra gracia.

Tal como lo he hecho en cada ocasión posible, les envío un abrazo inmenso envuelto en bendiciones a todos aquellos que mi alma de poeta tocará a la distancia por no tenerlos acá cerca, al alcance de una mirada.

!Feliz Navidad para todos mis ausentes!

Autor: Gustavo Antonio Rosendo Orozco, el Poeta de La Vega. Desde Barquisimeto (Lara-Venezuela) el 23/13/2023.

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